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Creadas en el año 2006 en Estados Unidos, las empresas B se constituyen como el nuevo paradigma de la comunidad empresarial con el objetivo de crear impactos positivos en la sociedad y el medio ambiente. Ahora, ¿Cuál es la diferencia con La Responsabilidad Social Empresaria? ¿Ser empresa B es una estrategia de marketing? ¿Porta Hnos. es una empresa B?
Las Empresas B se componen como un nuevo fenómeno empresarial, con los ejes de transparencia y altos estándares de gestión. Se busca construir un ecosistema favorable, para fortalecer empresas que utilizan la fuerza del mercado en la solución de problemas sociales y ambientales. Su leitmotiv es que la mejor forma de provocar un cambio social o ambiental es a través del mercado.
La comunidad de empresas responsables fueron creadas en 2006 por Coen, Houlahan y Kassoy a partir de dos iniciativas. Por un lado, se creó el sistema de certificación de Empresas B conocido como B-Lab; por otro lado, se promovieron cambios legislativos para crear un nuevo tipo de empresa legal, las Benefit Corporations. La certificación de Empresas B se ha realizado en 32 países con más de 990 B Corps certificadas.
Además de ser rentables, un requisito que deben cumplir las empresas para obtener la certificación B es brindar alguna solución respecto a un problema social o ambiental. La certificación es una evaluación en detalle de todos los ámbitos de la empresa donde se busca encontrar aquellas áreas de mejora y oportunidades para constituirse en un agente de cambio. La certificación consta de siete pasos y es entregada por B Lab (entidad sin fines de lucro), una vez aprobada todas las instancias.
Empresas B vs. la Responsabilidad Social Empresaria
Ahora bien, ¿Cuál es la diferencia que existe entre las Empresas B y la Responsabilidad Social Empresarial (RSE)?
Como se mencionó anteriormente, las empresas B se destacan de otras organizaciones por el triple impacto que persiguen: el propósito de crear impacto positivo en el ámbito social y ambiental; la responsabilidad sobre los intereses de los trabajadores, la comunidad y el medio ambiente. Por último, la transparencia en la publicación de informes anuales sobre sus acciones, que es corroborado por un ente externo e independiente que dé cuenta de que los datos son ciertos.

En cuanto a la RSE, se entiende que la empresa tiene un rol ante la sociedad por lo que los negocios que realiza deben estar sustentados por principios éticos y de acuerdo a la ley. Deben ser responsables y activos de acuerdo al impacto que generan sus operaciones.
La RSE sería el papel que deben asumir las empresas frente al desarrollo sostenible, procurando establecer un equilibrio entre el crecimiento económico, el bienestar social y el aprovechamiento de los recursos naturales y el medio ambiente.
En consecuencia, más que de diferencias entre ambas se puede hablar que las Empresas B son una versión mejorada, un nivel superior de la RSE, ya que los propósitos de generar impactos positivos no son sólo una voluntad de la empresa sino que se convierten en objetivos prioritarios dentro del accionar de la empresa. Es decir, mejora la filosofía de la RSE al agregar nuevos valores a la esencia del negocio como el cuidado del medio ambiente, respeto hacia los trabajadores, comercio justo, la inclusión social y la igualdad.
¿Ser empresa B es una estrategia de marketing?
Hay una gran cantidad de beneficios que conduce a las empresas a querer formar parte de la comunidad B. La certificación B hace parte a la empresa del movimiento global, da lugar a que las empresas aumenten su impacto positivo de manera sostenida, adquieren visibilidad en los medios de comunicación, eventos, foros y seminarios. Además. la Evaluación de Impacto B y la certificación son instrumentos que demuestran al mundo la transparencia del sistema. Entonces, gracias a la comunidad B se pueden ejecutar una mayor cantidad de alianzas comerciales y así, colaborar con otras empresas y ser atractivas para los inversionistas.
En América Latina, la toma de conciencia de la comunidad empresarial y la ciudadanía por redefinir el éxito empresarial condujo a la creación en el año 2011 del Sistema B. Una plataforma de lanzamiento y crecimiento de las Empresas B en la región, específicamente Chile, Colombia, Argentina y Brasil. Sus fundadores se inspiraron en el B-Lab de certificación de EE.UU. para promover la transición hacia una nueva forma de éxito empresarial y desarrollo sostenible en la región. La región latinoamericana cuenta con una comunidad de 274 empresas. En Argentina, el modelo de Empresas B ha sido tan bien recibido que se está considerando crear un marco jurídico propio.
Tal ha sido el impacto de este nuevo modelo empresarial que se encuentran empresas de gran envergadura del mundo que han decidido formar parte de este sistema como Natura, la primera de capital abierto en Latinoamérica. Ésta entiende que las culturas de los pueblos nativos poseen diferentes formas de conocimiento en las que se observa una elevada comprensión de la conexión recíproca entre la naturaleza y las relaciones sagradas de la vida, por ello Natura crea sus productos junto a estas comunidades del Amazonas, por ejemplo.
Empresa B con impacto interno ¿y externo?
Los objetivos de las Empresas B varían desde que sean capaces de proteger a los empleados hasta regenerar entornos naturales. Así, debe presentar sus balances sociales, es decir informar sobre las actividades sociales o ambientales realizadas, podemos decir que funciona como un sistema de rendición de cuentas.
Más allá del propósito de las empresas B de prestar bienes o servicios en beneficio de la comunidad, la resolución de una problemática social o medioambiental se convierte en el fin de la empresa. Por ende, su obligación es con los consumidores, los clientes y el gobierno al garantizar que trabaja por una mejor sociedad y planeta.
Los impactos positivos hacia el ambiente y la sociedad de este tipo de empresas tiene que llevarse a cabo hacia la sociedad y el hábitat en la que se encuentra. Podemos mencionar distintos ejemplos de Empresas B que realizan actividades fuera de la órbita de la empresa. La empresa 4th BIN, encargada de reciclar electrodomésticos y aparatos electrónicos, ofrece el servicio de recolección puerta a puerta de basura electrónica. Otro claro ejemplo es BetterWorldBooks cuyo impacto social se encuentra en la donación de libros a ONGs que se dedican a aumentar el alfabetismo. En cuanto a su impacto ambiental, evita que millones de libros sean descartados.
Entonces, las empresas con sello B no deberían limitar su acción a generar impactos positivos sociales y ambientales en su interior, por el contrario tienen que actuar en y con el entorno en las que se encuentran. Una Empresa B combina el negocio con aportes sociales y el cuidado del hábitat en el ámbito en el que desempeña.
Caso Porta
En Argentina existen alrededor de 46 empresas B certificadas y muchas en proceso de acceder a la certificación. El rubro que se destaca es la producción de bienes, que contiene el 39% de las empresas B argentinas y el comercio agrupa el 15%. Ejemplo de empresas argentinas que forman parte del sistema de empresas B son Patagonia, Intizen, Aguas Danone, Natura cosméticos y Porta.

Sin embargo, a nivel nacional hay algunos casos de empresas con certificación B que su accionar genera ciertas dudas sobre la efectividad y cumplimiento de las condiciones que establece dicha certificación, como generar impacto positivo en el ámbito social y ambiental.
Un claro ejemplo de las dudas y contradicciones que rodean a la certificación B, la constituye la empresa cordobesa Porta Hnos. Creada en 1882 por la familia Porta, en un principio comenzó como una fábrica de licores. Sin embargo, su ámbito de producción y elaboración se ha expandido a alcoholes, vinagres y acetos balsámicos como también al diseño y construcción de plantas de bioetanol, provisión de soluciones de ingeniería a otras empresas e innovaciones tecnológicas para agregar valor a la producción primaria. Desde el año 2016 forma parte del Sistema B.
La empresa cordobesa ha sido denunciada por los vecinos de Barrio San Antonio e Inaudi por los altos niveles de contaminación que se han registrado, no solo en el ambiente sino también en la salud de las personas que viven en la zona donde se encuentra ubicada la fábrica.

El sistema B en América Latina es reciente, y con ello el vacío legal que existe para regular las obligaciones y los compromisos de este tipo de empresas. Esto genera inconvenientes a aquellos empresarios e inversores que quieren formar parte de este Sistema y que se encuentran sin un marco legal fortuito. Por otra parte, en la sociedad civil también se presentan inconvenientes ya que no hay un mecanismo claro para llevar a cabo las demandas por el respeto a los derechos humanos, en caso de violación por una Empresa B.
La denuncia de los vecinos de Barrio Inaudi y San Antonio a la empresa Porta por los niveles de contaminación nos conduce a preguntarnos si realmente el mecanismo de control de estas empresas es efectivo y quién/es son los responsables de hacer que se cumplan las obligaciones de este gran sistema B que conforman las empresas a nivel mundial.
En consecuencia, de acuerdo a los principios en base a los cuales ha sido creada la certificación B, responsabilidad social y ambiental, el respeto y obligación hacia el cumplimiento de los DD.HH. se encuentra ineludiblemente conectada como debe de este tipo de empresas. Por lo que, un potencial impacto negativo, ya sea social o sobre el medio ambiente, sobre la comunidad donde se encuentra la empresa se entendería como una violación a los derechos humanos de los integrantes de la comunidad.
De allí, que si la certificación B implicaría una nueva era de empresas, preocupadas y ocupadas por generar impactos positivos en la sociedad y en el medio ambiente, es necesario que los Gobiernos de los Estados sepan integrar los Principios Rectores (Obligación del Estado de proteger, Responsabilidad de las Empresas de respetar, Acceso a mecanismos de reparación) sobre Empresas y DD.HH. de la ONU en un único cuerpo normativo donde las empresas se encuentren obligadas a respetar los DD.HH. y a remediarlos en caso de violación.
Si las empresas con certificación B son el nuevo paradigma empresarial, aún queda por demostrar a la comunidad su responsabilidad social y medioambiental: actuando, previniendo, mitigando y recomponiendo. Su legitimidad tiene que basarse en una participación activa y comprometida con la sociedad. Por ello, su compromiso no solo debe ser al interior de las empresas, también debe serlo hacia el exterior: Sociedad y Medio ambiente.
Fuentes
- Las Empresas B en América Latina – FOMIN
- Las Empresas B – CAC
- Porta Hnos – Historia
- Qué es RSE – World Bank Group
- Empresas B: punto de encuentro entre responsabilidad social y negocios – CAF
- Empresas B, más allá de la responsabilidad social empresarial – Twenergy
- B corporation o empresas B, la nueva tendencia de RSC en Argentina – CE
- “Porta convirtió nuestro barrio en zona de sacrificio” – La Poderosa
- Convocan a una asamblea para reactivar la causa contra Porta Hnos – LM diario
- Empresas B, apertura – Coca Cola Chile
- Logo Sistema B – Sistema B
- ¿Qué aportan las empresas B al desarrollo social y/o medioambiental? – Sistema B